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Habitualmente abandonados, habitualmente aislados



Tal vez ya se haya hecho habitual que durante el período de lluvias tengamos que referirnos a los deterioros de las vías de la selva central. De la misma forma, tal vez sea también habitual que los pobladores reclamen a las autoridades soluciones más estables a la falta de conectividad durante estas estaciones.
Pero en este caso, nos referiremos a la pertinencia de los mantenimientos viales. Igualmente, a la oportunidad de la ejecución de obras aprobadas y comprometidas que reducirían la afectación económica y la seguridad personal de los viajantes durante estas épocas.
En primer lugar, con financiamientos del MTC entre los meses de abril y mayo del 2013, se había aprobado e iniciado la construcción de tres puentes en el distrito de Villa Rica (provincia de Oxapampa). Estas obras sobre los ríos Yunculmas, Puellas y Chivis; permitirían conectar a Villa Rica con los distritos de Palcazú, Puerto Bermúdez y Constitución, y con el resto de la ruta hacia la Carretera Central y por ende con los principales mercados para los productos de estas localidades. Estas vías en temporadas lluviosas se convierten en verdaderas trampas mortales para los viajantes ya que al no existir puentes se deben de arriesgar a ingresar al torrente de sus caudalosos ríos. 
Dichas obras debían de culminar en un plazo de 7 meses. Sin embargo, a la fecha el avance es muy lento y, es así, que la preocupación de los pobladores y autoridades locales se manifiesta con justicia, ya que que las obras están parcialmente detenidas desde noviembre del año pasado. Desde esa perspectiva, se cuestiona la idoneidad técnica y operativa del Consorcio ganador de la licitación, porque el retraso ocasionará que la temporada de lluvias no permita el avance de las obras.
Entonces ¿por qué no se previó que las obras se inicien y ejecuten cuando las condiciones climáticas sí lo permiten para evitar suspensiones del trabajo?  El retraso deteriora los materiales por su abierta exposición a las lluvias. Las varillas de fierro de las columnas han quedado expuestas y es visible que el óxido avanza; no es necesario ser especialista en construcción para darse cuenta que esto reducirá la resistencia del metal.
Se ha hecho habitual la conformación de consorcios de empresas constructoras para la ejecución de este tipo de obras, lo cual no es malo, pero hasta la fecha sólo se demuestra ante la población que hay más interés en ganar la licitación que capacidad ejecutora. Asimismo, también se ha vuelto costumbre que las obras de proyectos de inversión  pública en la selva central no culminen en los plazos establecidos en los contratos. También ya es tristemente habitual que la instancia estatal correspondiente apruebe una serie de ampliaciones para el cumplimiento de los compromisos que no contemplan ningún tipo de penalidad.
Según los contratos, existen supervisores de obra que verifican el avance de las mismas, ¿existen deficiencias en la supervisión?, ¿malos procesos de planeamiento de obra? Cualquiera sea el caso, los responsables de esas deficiencias nunca serán sancionados y los afectados siempre son los habitantes de los territorios.
Tras los reclamos de los pobladores, llegaba otro disgusto: la empresa ejecutora del mantenimiento de la carretera (según contrato de concesión del MTC, por cinco años, desde febrero del 2010) brillaba por su ausencia, por lo que la desesperación de los pobladores y de las autoridades locales llegaba a la indignación. El retraso en la intervención para el mantenimiento de la carretera es visible desde hace un par de meses. Mientras tanto, los deslizamientos que ocurrieron en el mes de diciembre 2013 siguen dando problemas. ¿Por qué existe tanta permisibilidad de parte del Estado ante el incumplimiento de los contratos por parte de estas empresas constructoras? ¿Será corrupción, incapacidad técnica o negligencia?

desco Opina - Regional / 24 de enero de 2014
Programa Selva Central
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