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El sistema de representación y los tránsfugas

Las próximas elecciones regionales y locales, y también las nacionales, reeditarán seguramente, la conocida historia de los tránsfugas. No puede ser de otra manera. La debilidad consabida de los partidos políticos y las enormes deficiencias del sistema, hacen que la disputa electoral no sea una contienda de posiciones, programas y doctrinas; sino, reacomodos personales donde el cambio de camiseta está determinado por las mejores «oportunidades» que cada aspirante y su cohorte de dependientes puedan apetecer.
Ocurre en los movimientos regionales y locales, pero también en los denominados «partidos nacionales», en los que la diferencia está solo en las dimensiones. No es secreto que estas organizaciones «nacionales» son tan inorgánicas como las que actúan a niveles regionales o locales. O acaso, ¿alguien catalogaría como un partido «nacional» a Solidaridad Nacional, la organización que sustenta la candidatura del actual alcalde de Lima?
Huancavelica, Amazonas, Apurímac, Pasco, Moquegua, Tacna, Tumbes y Ucayali son las regiones más perjudicadas con la «distribución electoral», el sistema actual hace que se elijan dos representantes por cada una de estas regiones ante el Congreso de la República –dicen que ahora que se incrementará en diez el número de curules, seis serán para aquellas que tengan menor representación–, mientras que se elegirán cuatro adicionales por Lima Provincias. Además, la legislación ha sido modificada para evitar los denominados votos golondrinos –ahora se requiere una permanencia no menor de tres años y estar registrado en la RENIEC local para elegir y ser elegido–, pero no se ha hecho nada para que los elegidos congresistas se conviertan en golondrinas que pasan de un movimiento a otro con una sola movida de dedo. Dicen que es su derecho, que pueden cambiar de parecer, que los partidos que los postularon no son lo que parecen y por tanto tienen derecho a cambiar, pero en su condición de candidatos, nos dijeron por su santa madrecita que ellos eran luchadores sociales, que estaban junto con la pobreza y los más pobres.
Y qué nos dicen ahora, «¡perdoncito!, no hemos hecho nada, pero hemos aprendido, ahora sí, por mi madrecita voy a luchar por los alpaqueros, por los más pobres; ahora sí voy a hablar, ya no voy a matar perros, voy a ayudar a matar la pobreza, ahora sí hermanos, todos somos Castañeda Lossio. Hay que estar en la cresta, antes hemos ido con Humala porque era la cresta, todos estaban contra el sistema, ahora todos quieren el sistema. Castañeda va a construir metropolitanos en todas las capitales de provincia, él va a construir escaleras en todas las punas del Perú, hay que defenderlo hermanitos, las ONG quieren joderlo diciendo que se ha robado la plata y no ha cumplido con los tiempos. Los que se roban la plata son las ONG, nadie las controla, el gobierno no puede controlar ni a los apristas, en todas partes roban los apristas, antes robaban al final del gobierno ahora se han adelantado, tal vez piensan que Alan no va a terminar su mandato».
La comedia se complica cuando los representantes huancavelicanos, apurimeños, pasqueños, moqueguanos, etc., en cuanto son elegidos pasan a ser congresistas nacionales, desligándose de sus respectivas zonas de procedencia y se acuerdan de ella, solo en época de campaña electoral o cuando pretenden justificar sus errores calibre 32.
Los partidos y movimientos «nacionales», tienen serios problemas para representar los verdaderos intereses de la población, porque no tienen ninguna articulación con las organizaciones y gremios locales. El sistema es perverso porque se necesita dinero para la campaña y no tenemos sistemas de control para averiguar en qué condiciones se han conseguido los recursos para invertirlos en el «negocio» de las elecciones. Entonces, si las elecciones son negocio, hay que recuperar la inversión de cualquier manera: tal vez con empleados y asesores fantasmas, quizá con viajes de negocios pagados por el Estado, o también comprando y vendiendo favores. Ahora mismo para las elecciones regionales, están buscando candidatos con lupa. ¿Y ahora, a quién llamamos? ¿Dónde está el pacto de caballeros? ¡No se oye padrecito!
«Las ONG se aprovechan de vuestra pobreza», estas gentes ganan en dólares, pero, si el dólar se ha caído ingeniero… No importa, pero ganan en dólares. Pero usted gana cien veces más como congresista. No importa, es que yo soy padre de la patria y soy madre de los tomates. Pero, no será mejor que elijamos entre nosotros mismos a nuestros representantes? No, no, no; es que ustedes están manipulados por las ONG y los enemigos del sistema.
Tal vez será mejor ingeniero, que los alpaqueros exijan que los partidos y movimientos incluyan criadores en sus listas. Será mejor que los clubes de madres exijan cuotas en los movimientos regionales y nacionales. Será mejor que los elegidos respeten a sus electores y permanezcan en los grupos para los que fueron elegidos; de otra manera estarán cometiendo delito contra la fe pública y de los electores, ¿no le parece señor ingeniero?

desco Opina - Regional / 24 de mayo de 2010
Programa Sierra Centro


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